Comentaba con acierto Mary Popins, alter ego, de la Princesa Guerrera, hace un par de días el tema de las cacas de perro en la puerta de casa, aceras, calzada, .. a cada paso que das, a la dificultad añadida de evitar que un SR Bicicletero te atropelle por tu culpa al invadir su carril bici, está el hecho de tratar de no pisar donde no debes, ¿qué hacer con los perros?, en justicia con sus dueños presuntamente seres racionales…
Queridos:
Ayer no eran los perros, ayer eran los niños, quienes al salir de clase camino de casa paran a merendar y jugar en el parque. Pasaba yo por allí, y no daba crédito a lo que veía, llegue a contar hasta cinco criaturas al mismo tiempo, entre los setos, haciendo pipi, se supone. Lo curioso es que había cola para entrar al jardín, …. Y a lo largo de la hora que permanecí en el parque, siempre había un u otro niño, acompañado de su papa o mama… enfrascado en tales perentorios menesteres.
Y pensar que vivirán a escasos metros de dicho parque… y yo que achacaba, al pasear por allí a otra hora diferente y sin niños, el olor al calor, lo perros, y sus cosas, y resulta que son los niños y sus racionales papas o mamas, los responsables … ni que decir tiene, que a los arboles y setos en general les quedan cuatro días, pues no hay nada que les siente peor a una planta que el pipi…
PD De los romanos de Roma escribiré otro día.