El encuentro con Ricky , la Cotorra

Fue durante nuestra visita al Jardín Botánico de Maspalomas en Gran Canaria , lo teníamos puerta con puerta con el complejo Turístico así que era visita obligada .La mañana era soleada y la temperatura aunque moderadamente alta era agradable , ya habíamos desayunado como todas las mañanas muy bien , sobre todo yo que no desechaba el full breakfast y estaba pletórico de energia. Las niñas perseguían mariposas con la cámara , la Mama contemplaba con devoción toda aquella maravilla de especies tropicales que traídas de los confines del mundo se mostraban orgullosas a los visitantes y yo me quedaba asombrado ante toda aquella cantidad de exuberancia verde.

Ya estábamos casi al final del recorrido cuando las niñas pusieron el ojo de su cámara apuntando a unas cotorritas que nos observaban desde lo alto de un árbol. Eran muy graciosas y chillonas así que no pasaron inadvertidas ante nosotros , yo por hacer una gracia intente imitarlas al decirles entre graznidos waka waka waka waka , para mi sorpresa una cotorrita alzo el vuelo y se lanzo hacia  mi pasando por delante de mi cara y aterrizando en el cesped a un escaso metro , inmediatamente me lance a acariciarla y ante mi asombro esta se dejo sobar cariñosamente; yo pense "que raro" pero alucine viendo la cara de asombro de mis chicas y sin mas todas se acercaron para ver aquella preciosidad.


Parecía como adormilada o enferma mientras le pasábamos los dedos por el lomo y el cuello , sin embargo mas tarde descubriria ¡"que esta especie es asi se deja mimar lo mismo que un cachorrillo"!, la subí a mi mano y esta se dejaba pasar a la mano de mi mujer o de mis hijas no sin mordisquearte los dedos o la ropa pero sin hacer daño .



Como estabamos al final del recorrido decidimos llevarla a nuestro bungalow y alimentarla pero sin prohibirle el vuelo ni la libertad , por el camino nos topamos con unos canarios que nos confirmaron que se trataba de una cotorra y a los que les pareció que debía estar enferma ya que no habían visto nunca tal confianza hacia los humanos de una cotorra salvaje. El Bungalow estaba a apenas 200 metros y enseguida llegamos los cuatro con la cotorra y nos dirigimos a la nevera, mientras deliberábamos con su nombre que finalmente se fijo en Ricky , le cortamos unos daditos pequeñitos de sandia y melon y se los pusimos en un plato ,a los que Ricky se lanzo con ganas haciendo las delicias de todos sobre todo de  las niñas , y todos deseábamos acariciarla y ponerla sobre nuestros dedos y darle besitos y abrazarla por que era súper guapa o guapo y súper cariñosa.



Después de un rato decidimos que debíamos seguir con nuestra rutina sin cortarle su libertad a Ricky , además creíamos que lo mejor para ella es que viviera en su habitad ,asi que nos salimos los cuatro mas la cotorra a la terraza y empezamos a jugar una partida de cartas , mientras tanto Ricky se hartaba de sandia y melón mientas animaba la velada con sus graciosas posturas y miradas. Al rato inesperadamente la cotorra alzo el vuelo y se fue para nunca volver ante la desconsolada mirada de las niñas sobre todo de la pequeña que no pudo contener su tristeza entre lagrimas.



Ayer a nuestro regreso de Gran Canaria lo primero que hice fue buscar información en la red sobre Ricky , para descubrir que se trataba de una Cotorra Argentina , que se alimenta de semillas ,frutas y pequeños insectos , que en libertad vive entre 3 y 10 años mientras que en cautividad viven hasta 30 años y son extremadamente cariñosas y territoriales, pueden imitar perfectamente sonidos aunque no hablan.  Hubiese sido posible traerla a la península ya que en el avión de regreso una señora llevaba un cachorro de chihuahua , no se si hacerla cautiva hubiese sido una decisión acertada pero apostamos por su libertad y así tal vez Ricky ahora este engatusando a otro turista con su tierna mirada a cambio de un poco de fruta .

Vacios

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