¿
Un platillo volante bajo el fondo del mar?
Es circular, mide más de 80 metros y nadie sabe qué hace ahí, cuándo
llegó y ni tan siquiera qué es. De momento, los expertos lo han llamado
“la anomalía del Báltico”. Una expedición pretende ahora acabar, de una vez por todas, con el misterio.
Este viernes, un equipo de 13 oceanógrafos, ingenieros y buzos de aguas
profundas se sumergirá en el lugar, equipados con los más avanzados
instrumentos de rastreo submarino, en una expedición que durará entre
seis y diez días.
Para muchos, la posibilidad de hallar restos de una nave alienígena allí no es más que
una fanfarronada
que da una publicidad inesperada a la operación. Para otros, la simple
posibilidad de encontrar restos de otra civilización compensa con creces
el esfuerzo.
Ovnis bajo el mar
El misterio se remonta al pasado verano, cuando un equipo de
“cazatesoros” submarinos se topó con un extraño objeto de 80 metros de
ancho en un punto del fondo del mar Báltico entre Suecia y Finlandia.
¿Qué era aquello? La expectación aumentó cuando, una vez en tierra,
contaron lo que habían visto. ¿Podía tratarse de los restos de un buque?
¿Un volcán incipiente? ¿O es, como sostienen incluso algunos, una nave
procedente de otra civilización?
“No sabemos si estamos ante un fenómeno natural o un objeto.
Lo detectamos en el sonar cuando estábamos en busca de un barco que
naufragó durante la Primera Guerra Mundial –explicó a Fox News el
investigador sueco Peter Lindberg-. En nuestro monitor apareció un
objeto circular que no sabíamos lo que era”.
La huella de la “anomalía del Báltico”
El rastro dejado por esta
“anomalía del Báltico” se puede apreciar con nitidez en este
vídeo de la CNN . Sobre él se ha hecho también un documental, con algo de imaginación, que acompaña a esta información
“He estado haciendo esto durante 20 años y he encontrado de todo, pero nada como esto”, explicó Lindberg a la
CNN. En un primer barrido con el sonar se toparon con la imagen de ese objeto irregular, que además tenía
una especie de cola de 400 metros. En una segunda pasada sobre el objeto se encontró otro similar a 200 metros de distancia.
En su momento, tanto los expertos en ufología como los científicos se
hicieron eco del hallazgo, con mayor o menor entusiasmo. A todo ello
contribuyeron, además, las semejanzas con uno de los
capítulos de la serie Expediente X,
en el que sus protagonistas buscaban restos de un platillo volante en
el fondo marino. De hecho, los miembros de esta misión se han puesto el
nombre de
“equipo Ocean X”.
Un volcán o un meteorito, explicaciones al fenómeno
Por el momento, no descartan que la “anomalía del Báltico”, situada a
300 metros de profundidad, pueda ser cualquier cosa. Teorías hay para
dar y tomar. Por un lado, puede tratarse, simplemente, de los
restos de un meteorito, de un volcán emergente, de un
yacimiento de gas
o incluso de una formación natural que no se ha observado lo
suficientemente cerca. También, por qué no, el objeto puede ser una
parte o la carga de un buque de guerra.
El Jefe de Arqueología de Museos Marítimos de Suecia, Andreas Olsson,
reconoce que está muy intrigado por el hallazgo, pero sostiene que sigue
siendo escéptico al respecto debido, fundamentalmente, a la
escasa fiabilidad que ofrece el sonar de barrido lateral, que impide determinar si se trata de una formación geológica natural o algo muy diferente.
“¡Nunca me ha tocado la lotería!”
"No creo que se trate de una formación natural o de la carga que se desprendió de un barco""Pero puede ser un montón de cosas. Si no está hecho por el hombre, y
son los restos de otra forma de vida inteligente sería toda una suerte.
¡Nunca me ha tocado la lotería antes!".
Para resolver el enigma, el equipo de Lindberg
tomará imágenes en 3D
y descenderá hasta el lugar a un equipo de buzos expertos en
prospecciones a mucha profundidad y robots con cámara. Además, se
tomarán muestras de toxicidad y radiación, por lo que pudiera pasar. A
principios de este año, Lindberg declaró a los medios que pensaba que
este descubrimiento podría ser un “nuevo Stonehenge”.
Lindberg ha estado en negociaciones, incluso, con Microsoft, para
retransmitir en directo, vía streamming, la operación, pero parece que
finalmente esta opción no ha sido posible. Tendrá que ser él quien
resuelva ante la comunidad científica el enigma, si es que lo hay.